Los estadounidenses deberán derrotar a Irán en la última fecha. Por el momento son terceros en la tabla con una unidad.

Tras un espectacular debut, Inglaterra ofreció ayer su versión más pragmática para asegurar un empate 0-0 ante una mejorada Estados Unidos con el que pone un pie en los octavos de final de Catar-2022.

Inglaterra, que podía clasificar con antelación con una victoria, mostró poca ambición y se vio superada en varias fases del partido por el joven combinado norteamericano.

Al equipo de Gareth Southgate, que lidera el Grupo B con cuatro puntos, le basta ahora con no ser goleada en la última jornada por su vecina Gales, última con una unidad.

Por su parte Estados Unidos, tercera con dos puntos, tendrá que batir a Irán, que tiene tres, para avanzar a los octavos.

Estados Unidos dejó mejores sensaciones que en el primer partido ante Gales (1-1) en una cita de gran trascendencia para el fútbol estadounidense, próximo coorganizador del Mundial en 2026.

Con la segunda plantilla más joven del Mundial, el técnico Gregg Berhalter buscó experiencia en cinco titulares que militan en la Premier League incluido su figura Christian Pulisic, que remató en la primera parte al larguero.

Southgate, de su lado, no se guardó nada en la reserva y desplegó el mismo once que goleó 6-2 a Irán. Ni siquiera dio descanso a Harry Kane, el más insustituible de todos, que estaba golpeado.

Inglaterra tenía la iniciativa pero, con una parsimoniosa salida de balón, el dominio era estéril.

El talentoso Jude Bellingham, una de las nuevas sensaciones del fútbol europeo a sus 19 años, se contagió del ritmo y no lograba activar en las bandas a las flechas Saka y Sterling.

Las primeras aproximaciones llegaron con un cabezazo desviado del delantero Haji Wright, la única novedad que introdujo Berhalter en el once inicial, y un remate alto de Weston McKennie.

Estados Unidos era capaz de explotar su mayor arma, la verticalidad de los volantes como McKennie o Yunus Musah y del extremo Tim Weah.

A la vuelta del vestuario, Estados Unidos siguió llamando a la puerta del arco inglés alentado por su afición.

Southgate reaccionó relevando a Bellingham pero esta vez no explotó su lujoso banquillo y solo cambió a Sterling por Grealish.

El extremo del Manchester City dio algo de vitalidad al ataque inglés y Kane tuvo una última ocasión en el descuento con un cabezazo pero el gol no llegó.

PAGINA SIETE

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *