En un contexto de crisis mundial, el país sobresale por sus acertadas medidas económicas para controlar la estabilidad de precios.
El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, resaltó que Bolivia en 1985 llamó la atención por su “hiperinflación” de 23.000%, una de las más altas del mundo, y hoy en contraposición, en un contexto mundial adverso, el país destaca por una inflación controlada del 3%, una de las más bajas del planeta.
“Hoy llamamos nuevamente la atención, pero por tener una inflación controlada y eso lo ponderan muchas revistas académicas, medios internacionales y no podemos desmerecer este logro que tiene el Gobierno nacional que hasta la fecha registra un 3%”, destacó.
Mencionó que países de la región registran una creciente tasa de inflación, es así que por ejemplo Chile presenta a noviembre 13,3%; Colombia, 12,5%; Uruguay, 8,5%; Perú, 8,4; Paraguay, 8,3% y Brasil, 5,9%.
Esta situación —precisó— no es diferente en los países europeos donde la inflación supera el 10% en Alemania, Bélgica, Italia, España y Francia.
Para Montenegro, lo destacable es que Bolivia encara un proceso de reconstrucción económica con las medidas adecuadas y muestra de esto es que el país se encuentra en la mira de los analistas y organismos internacionales como una de las inflaciones más bajas a nivel mundial.
“La inflación se encuentra controlada en el país y el Gobierno está trabajando para mantener la estabilidad de precios”, opinó Montenegro.
Con el Modelo Económico Social Comunitario Productivo, la economía boliviana a lo largo de esta gestión está mostrando cada vez más indicadores positivos no solo en el aspecto económico, sino también en la parte social.
El ministro de Planificación, Sergio Cusicanqui, afirmó recientemente que gracias al modelo económico reinstaurado desde noviembre de 2020, Bolivia nuevamente se posiciona como la mejor economía de la región.
“Nuestro modelo prioriza la subvención y el abastecimiento del mercado interno, en ese ámbito es que fomentamos la inversión pública, la producción de alimentos y que estos lleguen directamente a las familias, y después pensar en exportar los excedentes. Eso explica la estabilidad de precios en estos años”, resaltó.
En este contexto, la baja inflación en Bolivia se explica por una acertada combinación de políticas económicas y sociales que tienen como base el MESCP;caso contrario, y de seguir con recetas neoliberales, la inflación podría hoy rozar los dos dígitos como ocurre con la inflación en varios países vecinos.
Recientemente, el portal internacional Visual Capitalist destacó al país por tener una de las inflaciones más bajas del mundo, con un 2,9% a octubre de este año. Junto con China, que tiene 2,1%, es el Estado con uno de los menores registros.
En el ámbito latinoamericano, según la publicación, Bolivia se muestra como el país con la más baja inflación del continente en contraste con Argentina que presenta un 88,0% de inflación; Venezuela, 156,0%; Chile, 12,8%; Colombia, 12,2%; Paraguay, 8,1% y Brasil, 6,5%.
La fortaleza es el modelo económico
El analista económico Fernando Chuquimia resaltó que en la década de los 70, como consecuencia de los petrodólares, el Gobierno accedió fácilmente a créditos de entidades internacionales, acompañando al escenario de ese entonces la caída de los precios internacionales de los bienes primarios, alza de las tasas de interés de los créditos internacionales y políticas económicas inadecuadas, la deuda externa se convirtió en impagable, es decir que Bolivia estaba prácticamente hipotecada y con la imposibilidad de cumplir con sus obligaciones de pago, por lo que entre 1982 y 1985 se inició un periodo de crisis económica marcada por un proceso inflacionario que derivó en una hiperinflación.
En 1985, el país llamó la atención por tener una subida descontrolada de los precios en la economía (hiperinflación) de 23.000%, una de las más altas de mundo, reflexionó.
En la actualidad, y en un escenario internacional adverso, Bolivia registró una de las tasas de inflación más bajas a nivel mundial (3% a noviembre de 2022), destacó.
Este logro económico de mantener una inflación baja y controlada se debe a la implementación y continuidad del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), resaltando que es un modelo diseñado por bolivianos y para los bolivianos.
Expuso que esta fortaleza radica en que el modelo económico que fue construido sobre la realidad socioeconómica del país, así como la política cambiaria que permite un tipo de cambio estable y se suma la política de subsidios a la energía, hidrocarburos y alimentos, costo que es asumido por el Estado y que, a diferencia del viejo modelo neoliberal, el mismo no traspasa la factura a las familias bolivianas.